Cómo manejar el tiempo que tus hijas e hijos pasan en pantalla
En esta época donde la virtualidad está presente en todas partes, controlar el tiempo que un niño o niña pasa frente a una pantalla es un reto. Aunque estar expuesto a un dispositivo puede ser educativo y favorecer el desarrollo social de la niñez, también puede volverse perjudicial si no se regula adecuadamente.
Es importante conocer los diversos problemas ocasionados por el exceso de la exposición habitual a contenidos de poca calidad, donde las niñas y niños pueden desarrollar:
- Obesidad
- Horarios inadecuados de sueño y no dormir lo suficiente
- Problemas de conducta
- Retrasos en el desarrollo del lenguaje y de las habilidades sociales
- Violencia
- Problemas de atención
- Menos tiempo de aprendizaje
Es importante tener en cuenta que el tiempo de juego no estructurado es más valioso para el desarrollo del cerebro de un niño pequeño que los medios electrónicos. Los niños menores de 2 años tienen más posibilidades de aprender cuando interactúan y juegan con sus padres, hermanos, y otros niños y adultos. Sin embargo, el tiempo de pantalla pasivo no debe reemplazar la lectura, el juego o la resolución de problemas.
Entonces, ¿cómo controlas el tiempo que tu hijo o hija pasa frente a una pantalla? A continuación, encontrarás algunas recomendaciones que esperamos te sean útiles y puedas equilibrar de mejor manera estos tiempos, maximizando el beneficio que ofrece la virtualidad.
Si permites los medios digitales a niñas y niños de 18 a 24 meses, asegúrate de que sean de alta calidad y evita el uso de los medios cuando están solos. Para niños de 2 a 5 años de edad, limita el tiempo de pantalla a una hora al día de programación de alta calidad.
Previsualiza los programas, los juegos y las aplicaciones antes de permitir que tu hijo e hija los vea y, lo mejor juega con ellos y ellas.
Busca opciones interactivas que atraigan a tu hijo, en lugar de las que solo requieren empujar y deslizar o mirar la pantalla.
Utiliza los controles parentales para bloquear o filtrar el contenido de Internet.
Asegúrate de que tu hijo esté cerca durante el tiempo frente a la pantalla para que puedas supervisar sus actividades.
A medida crezcan tus hijas e hijos, limita el uso de dispositivos, decide cuál es el más recomendable y siempre mantente en comunicación, pregúntale regularmente qué programas, juegos y aplicaciones ha utilizado durante el día.
Cuando veas los programas con tu hijo e hija, habla sobre lo que están viendo y edúcalo sobre el contenido de las publicidades y los comerciales.
Crea en tu hogar zonas u horarios libres de tecnología, como durante las comidas o un par de noches a la semana.
Enséñales a que prioricen la tarea antes que el entretenimiento.
Establece y haz cumplir los límites de tiempo y toques de queda diarios o semanales, tales como no exponerse a dispositivos o pantallas una hora antes de acostarse.
Mantén las pantallas fuera del dormitorio de tus hijos y considera la posibilidad de que carguen sus dispositivos fuera de los dormitorios durante la noche.
Los limites que tanto adultos como niñas y niños tengan respecto con la exposición a las pantallas, ayudarán a desarrollar hábitos que permitan a tu familia lograr un equilibrio saludable. Asegúrate de que el uso de los dispositivos no desplace otras actividades importantes, como las charlas familiares, el adecuado horario de sueño, los juegos y dinámicas con amigos, el ejercicio físico, entre otros.