El llamado bíblico a combatir el hambre en El Salvador
En El Salvador, el hambre es una realidad. Según el informe Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo de 2023, más de tres millones de salvadoreños han enfrentado dificultades para alimentarse entre 2021 y 2023. El 46.9% de la población sufre inseguridad alimentaria moderada o severa, con un aumento alarmante en los últimos años.
Como cristianos y cristianas, tenemos un mandato claro: ser la mano extendida de Dios en tiempos de necesidad. La Biblia nos llama a ser agentes de justicia y solidaridad. En Deuteronomio 15:7-11, se nos recuerda: “Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre.” Este llamado no es opcional, sino un mandato para ser generosos y justos, asegurando que nadie quede sin su "pan de cada día."
Jesús mismo nos mostró el poder de la generosidad y la multiplicación en la alimentación de los 5.000 (Mateo 14:13-21). En este milagro, Jesús tomó lo poco que se ofreció y lo multiplicó para alimentar a una multitud. De la misma manera, nuestras donaciones de alimentos pueden parecer pequeñas, pero en manos de Jesús y de la comunidad, pueden transformar vidas.
La inseguridad alimentaria en El Salvador es una urgencia que debemos enfrentar desde la fe. Como iglesia, podemos ser un agente de cambio, siguiendo el ejemplo de Jesús al compartir lo que tenemos y multiplicar la esperanza en nuestra comunidad.